Capítulo 9: Una gran sorpresa para todos (la mente mágica)

    Al ver que nadie hacía caso a la mujer que supuestamente nos había interpuesto el camino, salí presurosa del autobús para ver quién era.

Al verla, me quedé patidifusa, era la dueña de la panadería del Centro Comercial, pero no parecía la mujer amable y risueña que siempre había sido, ese día parecía bastante seria. Me acerqué a ella, seguida por el conductor, que venía a disculparse, y le dije:

-¡Hola, señora! Si no le importa, ¿podría decirme por qué se ha interpuesto entre el autobús y el camino al instituto tan peligrosamente? Casi le atropellamos y sin usted, no habría un pan tan bueno.

-Hija, me he parado delante del bus para decirte una cosa muy importante-me contestó-. Verás, es que tú y tus amiguitos sois los elegidos.

-¿Qué?-dije-. No lo entiendo, discúlpeme.

-Que el mundo está en peligro, chiquilla. Las artes malignas vuelven. Ya verás a qué me refiero cuando llegues a tu colegio. Sólo te digo que estéis unidos y, cuantos más magos y brujas o adolescentes con algún poder os ayuden a combatir el mal, mejor. ¡Ah! También, ese chiquillo, Pablo, el novio de tu amiga. Él también es un elegido, pero la bruja Jane lo ha raptado. Dile a su chica que estará bien, que intentará coger pistas mientras esté en el castillo de Jane encerrado. Buena suerte y no os asustéis cuando veais vuestro instituto. Le perdono, señor conductor, aunque ha sido culpa mía-dijo sonriéndole al conductor-.

La mujer se dió la vuelta y a conciencia de que había conseguido su misión, se fue mucho más alegre a su panadería.

Aún estaba yo paralizada, que me pegué un buen susto cuando Ángel llegó por detrás, me dió un pequeño beso en la boca cogiéndome por la cintura y me preguntó:

-¿Pero qué ha pasado? ¿Qué esa señora te ha paralizado?-dijo sonriendo-.

Yo, un poco sonrojada porque Ángel me había besado delante del conductor, me giré y le dije:

-No, mucho peor. Somos los elegidos para salvar el mundo-dije mientras tragaba saliva-.

Al oír esto, Ángel me soltó la cintura:

-¿Quéééé?-exclamó-.

-Lo que oyes-le contesté-. La mujer era la dueña de la panadería, que me ha dicho que tú, Mario, Tomás, Pablo, Miriam, Diana, Lucía y yo somos los elegidos para combatir con las artes malignas.

-Pero el mago Nicolás no nos había dicho nada.

-Pues no lo sé. Habrá que llamarlo.

Mientras decía eso, cogí la mano de Ángel y me dirigí al autobús, detrás del conductor, que se había enterado de todo. Al entrar, el conductor me entregó un micrófono y me susurró al oído que le dijera a todos la inesperada noticia. Un poco nerviosa, cogí el micrófono y dije:

-Amigos y amigas, en este día, tengo que anunciar que...

-No te pongas tan melodramática-me interrumpió Mario riéndose-.

-De acuerdo-dije-.Bueno, que somos los elegidos.

-¿Qué?-dijeron los demás al unísono sin entender nada-.

-Que la señora de la panadería me ha dicho que somos los elegidos para combatir las artes malignas para salvar el mundo y que lo entenderemos mejor cuando veamos nuestro instituto.

-¿Pues a qué esperamos?¡Arranca, Fran!-dijo Tomás-.

Cada uno volvió a su sitio, yo al lado de Lucía, que enseguida me preguntó:

-¿Y Pablo? ¿También es un elegido?

-Sí-le contesté-.Pero la bruja Jane lo ha secuestrado-añadí-.

-¿¡Quééé?!-exclamó Lucía con los ojos llorosos-.

-Tranquila. La dueña de la panadería me ha dicho que aprovechará para coger pistas.

-Ah, vale. ¿Y quiénes son entonces los elegidos?

-Nosotros siete y Pablo.

Escuché cómo el autobús frenaba, esta vez despacio, y uno a uno, detrás de Fran, mis amigos iban bajando la escalera. Yo, que iba detrás de Lucía, estaba deseando saber por qué mis amigos no dejaban de exclamar asustados. Intenté mirar por la ventana, pero no sirvió de nada, ya que fuera había como una niebla muy espesa y negra que impedía ver a nuestro alrededor.

Cuando por fin me bajé del autobús, vi que esa especie de niebla rodeaba el instituto y lo que nos esperaba dentro.

Me agarré a un brazo, no sabía de quién era, pero me daba igual. Con esa niebla, no veías ni tus manos, y menos aún lo que había a tu alrededor.