Capítulo 19: El cambio de bando (la mente mágica)

Después de ese día, el día que Lucía se enteró de que Pablo le había engañado, la chica se pasaba todo el día en la habitación de Miriam. Pablo andaba cabizbajo y los demás no le hacíamos caso. Sólo le respondíamos a la hora de la comida, cuando pedía sal, la botella de agua... Aunque nosotros quisiéramos echar a Pablo de casa, el mago Nicolás no nos dejaba, diciendo que seguramente, Jullie, quien por sorpresa de todos, era la rejuvenecida hermana de la bruja Jane, le habría hipnotizado. Por supuesto, los demás no le creíamos. Pablo siempre había estado en su perfecto estado, ayudándonos en todo, pero claro, mintiéndonos para infiltrarse en nuestros planes y contárselo todo a Jullie. Nosotros creíamos que Pablo había elegido ayudar al mal él solito, al ver lo pivón que era Jullie.

La pobre Lucía, necesitaba mi compañía y la de mis amigas como nunca antes. Pablo había sido su primer novio, y por lo tanto, su primera ruptura, que según todos, es la que más duele, sobre todo si se trataba de un engaño. Lucía se pasaba todo el día tumbada en su cama, sin hacer nada, llorando, aunque sin arrepentirse de haber cortado con Pablo. Lloraba porque aún no se creía que el joven le hubiera engañado.

Todos los días eran iguales, sin sobresaltos. Hasta que llegó agosto. Sí, Lucía y Pablo habían roto el 17 de junio, y ya estábamos en agosto.

En pleno día, mis amigos y yo, incluida Lucía, que ya estaba recuperada, estábamos en el jardín tomando el Sol. De repente, una sombra llegó volando por el cielo, gracias a unas alas negras. Era Pablo, que volvía de su paseo demonial de las noches. Lucía, en cuanto lo vio, hizo amago de largarse de allí, en cambio, otra sombra llegaba volando. Esta vez parecía una chica, y lo era, y quién sino, Jullie.

Los dos se posaron en el suelo. Jullie comenzó a hablar:

-Buenos días elegidos. Supongo que ya sabréis quién soy.

-¡¡CLARO QUE LO SABEMOS!! ¡¡ERES LA PUTA HERMANA DE JANE!!-gritó enfurecida Lucía-.

-Ahhh... Con que esas tenemos-dijo con total tranquilidad Jullie-. He venido porque Pablo tiene que anunciaros algo-añadió-.

-Veréis, sé que estáis muy enfadados conmigo, así que me largo.

-¿A dónde?-preguntó Mario-.

-A vivir al castillo de la bruja Jane con mi princesa, Jullie.

-Vaya descaro que tienes, ¿no, Pablo?-dije enfadada-.

-¡¡PUES LÁRGATE YA DE AQUÍ!! ¡¡MÁRCHATE Y NO VUELVAS NUNCA MÁS!!-gritó Lucía con lágrimas en los ojos-.

Pablo nos hizo un último gesto de adiós con la mano, sin atreverse a mirarnos a los ojos, y se fue con Jullie de la mano a través de un portal.

Llamé al mago Nicolás, para contarle el definitivo cambio de bando de Pablo:

-En ese caso, le quitaré su poder y el puesto de elegido, por habernos sido infiel. Será simplemente, un demonio.

-Gra-gracias mago Ni-Nicolás-dijo Lucía tartamudeando, resultado de haber llorado-.

-Ya me he enterado de vuestra ruptura y de por qué señorita Lucía. Pero pase página, estoy seguro de que encontrará un chico mejor que Pablo. Por lo demás-siguió, refiriéndose a todos-. Tendré que encontrar a otro joven que sea un elegido. Habría elegido a Fran, pero dadas las circunstancias...-dejó ahí la frase y desapareció-.

Nos dejó allí, con la duda de a quién otro elegiría para ser un elegido, y con la pena de haber recordado a Fran.

Los días siguientes, fueron muy tranquilos. Lucía ya nunca lloraba, se pasaba todo el día sonriendo, contenta de haberse librado de Pablo. Los demás hacíamos de todo, incluido limpiar la casa, ayudar en el huerto y pasear a Bethoveen.

Pasaron unas tres semanas desde la partida de Pablo. Era el último día de agosto. El mago Nicolás nos había dicho que ese día nos presentaría al nuevo elegido, un chico. Tenía 16 años, y el poder de traspasar las paredes, fíjate que casualidad. Nosotros nos arreglamos, limpiamos la casa, la ordenamos.... Hasta que por fin, llegaron las cuatro de la tarde, la hora que el mago Nicolás dijo que vendría. A las cuatro y un minuto, el mago Nicolás apareció en el salón, acompañado de un nuevo elegido.