Clara se
acercaba cada vez más a nosotras, enseñando los dientes. Miriam y
yo andamos hacia atrás, hasta que nos pegamos a la ventana. Escapar
por ella no servía de nada. La calle estaba abarrotada de gente,
llamaríamos la atención, además, Clara nos atraparía sin
problemas. Ya estaba tan sólo a dos metros de nosotras:
-Clara,
tía, somos nosotras, Miriam y Paula-dijo Miriam, que temblaba de
pies a la cabeza-.
-Sangre...-balbuceó
Clara-.
Se
lanzó hacia nosotras. La esquivamos por un centímetro. Saqué mis
alas y empecé a lanzar rayos lásers por los ojos. Clara los
esquivaba con gran facilidad. Miriam se tropezó, y quedó en el
suelo, justo al lado de Clara. Le iba a morder. Clara se agachó
junto el cuello de Miriam, que gritaba. Yo estaba paralizada, con una
cara de horror dibujada. Por fin, alguien abrió la puerta, y
apareció justo el más indicado en ese momento: Mike. Al ver la boca
de Clara a un centímetro del cuello de Miriam, gruñó y se lanzó a
por Clara. La empujó hacia la pared a una fuerza descomunal, lo que
hizo que esta se rompiera. La pared rota conectaba con la habitación
de Ángel y Arthur, que al vernos, se convirtieron en demonios y
cogieron a Miriam, que se había desmayado. Arthur la llevó a su
habitación y la dejó tendida en su cama. Mientras tanto, Mike no
dejaba de gruñir a Clara, que estaba en postura de ataque. De
repente, Clara fijó su mirada en Ángel, y se lanzó hacia él:
-¡NOOOOOO!-grité-.
Me puse
delante de Ángel, con los brazos extendidos. Clara chocó conmigo,
tirándonos los tres al suelo. Sin pensarlo, ya que Clara estaba
encima mía, en una postura perfecta para morderme, empezaron a salir
rayos lásers de mis ojos, que le rajó una parte de la cabeza.
Enmpezó a gritar, quitándose de encima mía, y gruñendo, saltó
por la ventana, rompiendo los cristales. Mike nos guiñó un ojo y se
fue tras ella. Suspiros de alivio. Estaba encima de Ángel, en una
postura bastante vergonzosa. Ángel se partía el culo, y Arthur
estaba con Miriam, que se despertaba poco a poco. Los demás llegaron
poco después:
-¿Qué ha
pasado?-preguntó Diana preocupada-.
-Tanto
jaleo que ha habido ¿y venís ahora?-dije riendo-.
-Oye, que
estábamos dormidos-explicó Lucía-.
-Clara se
ha despertado y ha habido una... pequeña pelea-explicó Ángel-.
-¿Y por
eso están la pared y la ventana rotas?-preguntó sonriendo Mario-.
-Bueno
oye, que la tía tiene mucha fuerza-dije-.
-Jajajaja,
tonta.
-¿Qué,
qué ha pasado?-preguntó Miriam, que ya se había despertado y
estaba frotándose la cabeza-.
-Que te ha
mordido un vampiro-reí-.
-¿Quéééé?-gritó-.
-Bromaaa-respondí-.
-Eres una
idiota-sonrió-.
-Jajajaja.
-Ejem,
ejem-intervino el mago Nicolás-. A dormir, ya-añadió-.
-Vaaale-dije-.
Le di
un beso a Ángel y me fui con Miriam a nuestra habitación. Allí nos
esperaban nuestras maletas, encima de nuestras camas. Le di dos besos
a Miriam en las mejillas y sin desvestirme, me metí en la cama. Vaya
nochebuena que habíamos pasado. La más movidita de toda mi vida. En
cinco minutos, ya estaba dormida.
A la
mañana siguiente, me despertó Miriam, diciendo que ya era mediodía.
Qué tarde. Normalmente no me levantaba a esas horas. Me desperecé y
me bajé de la cama. Le di dos besos en las mejillas a Miriam y cogí
mi teléfono. Tenía una llamada perdida de hoy a las cuatro de la
madrugada, y era de... Clara. ¿Cómo estaría? Tras pensármelo dos
veces, marqué su número y esperé a que contestara:
-¿Sí?-contestó
una voz que sonaba a campanillas-.
-¿Clara?-pregunté-.
-¡¡Paula!!
¡¡Siento lo de anoche!! ¡¡No sé qué me pasó!!
-¡Tranquila!
¡Te acaban de convertir en vampiro, Clara! ¡Es normal!
-Pero,
¡casi os mato! No quiero que seáis como yo...
-¡Ven a
vernos!-dije-. Tengo ganas de verte, Clara-añadí-.
-¡No
puedo! ¡No me controlaría! ¡Os mataría!-lloraba-.
-¿Puedes,
puedes llorar?-pregunté-.
-No soy
como los vampiros de las películas Paula. Soy totalmente
diferente-rió-.
-Lo
siento, jeje. ¿Cuándo nos veremos?-pregunté-.
-Hasta que
no me controle.... Serán unos cuantos meses...
-Nos
acabamos de encontrar y por ser elegida se estropea todo...
-No es tu
culpa Paula. Fui yo la que quise matarme.
-Pero si
no hubieran convertido a tus padres en zombies, no te hubieras
querido matar, y que los convirtieran fue culpa nuestra.
-Lo
pasamos bien Paula, me alegro de que hayáis venido-sonrió tras el
teléfono-. Mike me ayudará todo lo que pueda, será como si
volviera a ser yo misma-añadió-.
-No
crecerás más, Clara, serás inmortal para siempre-lloré-.
-¿Y qué?
Para mí mis padres ya están muertos, no los podremos salvar. Podré
vivir feliz con Mike, a pesar de ser inmortal. Lo que no quiero es
que me veáis como a un monstruo.
-No te
vemos como a un monstruo Clara. Jamás te veré como a un monstruo.
-Gracias,
Paula. Tengo que irme, ya sabes, tengo... sed.
-Vale,
jeje. Espero que nos veamos pronto.
-Igualmente.
-Adiós,
Paula.
-Adiós...
Clara
vampira. Esto es de locos. Anoche casi nos mata, y yo me lo tomo a
bien. Miriam sería un vampiro ahora mismo si no fuera por Mike. Yo
sería un vampiro si no fuera mitad demonio. Esto es de locos, me
repetía una y otra vez. Le dije a Miriam que salía a tomar el aire,
así que cogí mi bolso de mano y salí del hotel.
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