Narra
Louis
Me desperté poco a poco, con
paz en mi interior. El regalo había funcionado. Megan me había
perdonado sin necesidad de ver la cinta que probaba mi inocencia. ¡Se
me ha olvidado darle un regalo! Bueno, no quería despertarla,
esperaría hasta más tarde. Acurruqué su cabeza en mi pecho, y con
el pequeño movimiento, la chica abrió los ojos:
-¿Lou?-fue lo primero que dijo-.
-Estoy aquí-respondí sonriendo-.
Levantó su cabeza y me besó,
con una sonrisa dibujada en la cara:
-¿Somos novios?-me preguntó-.
-Supongo que sí-contesté,
riendo-.
-¿Qué te hace gracia?
-Que lo he conseguido, he
conseguido encontrarte al fin...
-¿Qué? No entiendo.
-Te he encontrado, he encontrado a
mi media naranja.
-Menos mal que no soy ni el medio
limón que te amarga la vida ni la media cebola que te hace llorar.
-Nunca lo serías... Por cierto,
tengo otra cosa para ti.
-¿Otro regalo?
-No es mío, es de Cris.
-Oh... Pues, ¿qué quiere ahora?
¿Qué la perdone por lo que hizo?
-Puede... vamos, en el fondo es
buena persona...
-Estáá bieen, anda, enséñame
el regalo, haber si me convence-sonrió-.
Me levanté del sofá y me
dirigí al paquete que Megan había abierto el día anterior. De él
saqué una pequeña bolsita blanca, oculta entre el papel de plástico
que protegía el mando:
-Aquí tienes-le dije a la chica,
entregándole la bolsita-.
Ella la cogió y la abrió
despacio. La bolsita contenía una notita y una preciosa pulsera de
diamantes:
-Lee la nota en alto porfa-le dije
a Megan-.
-Está bien. Querida Megan, siento
mucho haberle hecho echo eso a Louis... No pude controlarme. Espero que lo
arregléis y me perdones. Fui yo la que empezó. Un beso, Cris.
-¿Qué piensas?
-Sosa.
-¿Sosa? Oh, vamos, perdónale.
-Vaale, ya la llamaré. Por
cierto, Lou, acabo de caer en la cuenta... anoche... no te pusiste...
preservativo-dijo Megan, asustada-.
-¿Qué?
-Y... tenía la regla.
-Vale, tranquila, no es seguro que
te hayas quedado embarazada, no es seguro...
-¡Louis! ¡Para! No eres estéril
y yo ayer tenía la regla. Hay más de un 50% de posibilidades de que
me haya quedado embarazada. No estoy preparada para ser madre...
-¡No pasa nada! ¡No es seguro
aún! Iremos al médico y nos quedaremos más tranquilos ¿vale?
-Vale, pero estoy muy asustada...
-Ha sido culpa mía, no pensé,
fue tan rápido...
-Lo sé, ya pasó y no se puede
hacer nada.
-Bueno, si estuvieras embarazada,
podrías sacarte el feto de...
-¡Si lo estoy, no me lo sacaré!
¡No quiero matarlo!
-¡Vale! ¡Dejemos de hablar de
eso, no es seguro, así que paremos!
-¡Está bien!
Narra Natalia
-Mamá, ya fui al psicólogo,
¿podemos volver a casa? No quiero ir de compras contigo.
-¿Qué pasa? ¿Crees que no tengo
estilo?
Puse los ojos en blanco:
-No es eso-reí-. No tengo ganas
de comprarme nada.
-No vamos por ti, vamos por mí.
-Puff... ve tú sola, vuelvo a
casa. Hasta luego mamá.
Sin que le diera tiempo a
despedirse, empecé a caminar dirección a mi casa sonriendo. Vayas
ocurriencias que tenía mi madre. Lo bueno es que no tendría que
volver al puto psicólogo, ya que decía que lo de que casi me
violaran no me había afectado en mi autoestima ni nada parecido. De
repente, me llamaron al teléfono. Vi que era Ana. Lo cogí
enseguida:
-¡Hola, pavi!-saludé-.
-Nata, reunión de amigas urgente,
en mi casa, en quince minutos. Ya he llamado a las demás.
-Pero...
-En quince minutos, aquí-y
colgó-.
Qué extraño. Normalmente Ana
no era así. Bueno, como no tenía nada que hacer, me encaminé hacia
la casa de Ana, preparándome para la inesperada reunión. De
repente, me volvió a sonar el móvil. Esta vez era Zayn. Ilusionada,
descolgué rápidamente:
-¿Sí?-saludé-.
-¡Hola, princesa!
-Hola, Zayn...-dije, desanimada-.
-¿Te pasa algo?-me preguntó-.
-Bueno... sólo quería decirte
que no tontees conmigo, o tu novia se enfadará-fui al grano-.
-¿Qué? ¿Qué novia?
-Vamos, Zayn, te vi liarte con una
pelirroja en el hotel.
-Ah, eso. No sé qué decir...
-Bueno, sólo quería que lo
supieras. ¿Qué querías decirme?
-Em.. quería decirte que los
chicos y yo también vamos a la casa de Ana. Decía que tenía algo
mportante que decirnos.
-Sí... Bueno, hasta ahora.
-Xao.
Colgué con lágrimas en los
ojos y seguí caminando. ¿Por qué me importaba tanto? ¿Por qué le
había dicho que no tonteara conmigo? ¿Por llamarme princesa? ¡Yo
quería que él fuera feliz, y si lo era con esa pelirroja pues...!
No tenía nada que hacer...
Por fin, llegué a casa de Ana.
Llamó a la puerta y me abrió Sam:
-Hola-me saludó-. Vamos, ya están
todos.
Entré y vi que allí estaban
mis amigas y los chicos, Megan sentada encima de Louis. ¿Se habían
perdonado y no me había enterado de nada? ¡Puto psicólogo! Me
senté en el sofá junto a Liam y Harry y escuché lo que decía Ana:
-Bien, estamos aquí para anunciar
dos cosas bastante... importantes-tragó saliva-. Marta, adelante.
Marta se levantó del sofá con
los ojos rojos y anunció asustada y llorando:
-So-soy adoptada y-y me he
es-escapado de ca-casa-y rompió a llorar-.
-¿Qué?-dijimos asombrados los
demás-.
Liam se levantó y abrazó a
Marta. La llevó con él al sofá y la sentó encima suya. Entonces
Megan se levantó y dijo de un tirón:
-Louis y yo estamos juntos y
seguramente estoy embarazada.
Esto es la revista de
cotilleos, pensé:
-Marta...-empezó a hablar Liam-.
Vente a vivir conmigo a Londres.
-¿Qué? Eso está muy lejos.
-¡Vámonos de España!-salté-.
¿Estábamos pensando en ir a la Universidad de Londres, no? Ya
tenemos los títulos y diplomas necesarios, vayámonos a vivir allí.
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ResponderEliminaren cuanto pueda :) 1 besote!!
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